viernes, 7 de junio de 2019

Gamma — 20 — El Bufón

Terminé de ordenar mis corotos mientras mi Jueza se daba su ducha. Era una noche perfecta para salir de fiesta, muy cálida, aunque era martes así que no debía haber ninguna fiesta en realidad. El cielo se veía esplendido desde el balcón sin todo el cableado entre medio, y la Cruz del Sur se asomaba justo sobre la torre telefónica, apuntando a climas más agradables para los humanos y máquinas enfriadas por aire, como yo ahora, que tenía tan poco aceite que se me dificultaba un poco pensar. Fuera de eso, era un buen lugar para estar.
Esperé a que mi Jueza terminara de secarse el pelo y bajamos juntos al primer piso. Le dije que iría a conseguir aceite y a encargarme de algunos asuntos y que podría tardar, así que que no se preocupará si no llegaba temprano. Salí del hotel mientras ella iba al restaurante, y caminé una cuadra hasta meterme a un callejón oscuro y misterioso. Era la hora de entrar al universo criminal oculto. Puse la radio para entretenerme en mi descenso figurativo al bajomundo perdido de las máquinas. Arriba en el cielo la luna media mostraba unas tenues pintas rojas en preparación al próximo evento, como si la sangre esperara brotar y dejar marcado el arco de la luna sobre el planeta.
Lo bueno de haber dejado el desierto atrás es que la luna roja ya no golpea tan fuerte, así que esperemos que esa chiquilla Kayla no vuelva a armar otra escena en dos semanas.

"¡Buenas noches, Artemisianos transcontinentales! Son las 10 con 5 de la noche, y les habla su anfitrión provisional Chiquillo Sinbrillo y-- Oh, oh, ya volviste-- Y Alberto Al Pesto. Están escuchando la radio 106.6FM, 16 onda corta."
"Así es, transmitiendo desde lo profundo del desierto de Artemis. Perdón por el retraso."
"No te disculpes, yo iba a contar chistes media hora si no llegabas."
"Me imagino."
"(ríe) Bueno, el tiempo es de esencia así que te dejo el escenario Al Pesto. Es un episodio especial y muy educativo, eeh... y la verdad no sé de esas cosas, así que me voy a lo mío. Cristina ya está aquí también, medio perdida tras una torre de libros. Yo solo espero que la antena nueva sobreviva la media hora sin problemas..."
"Esperemos. ¿Como se encuentran Artemisianos en este Febrero Rojo? ¿Se sienten enamorados? (ríe) Es el primer Mes Rojo que cae en febrero en 135 años, y es el primer Mes Rojo desde que empezamos a transmitir, me parece. ¿Cristina?"
"Yep, es el primero."
"¡Es el segundo mío!"
"Ahí lo tienen. Vayamos entonces a lo que nos convoca, este día hablaremos sobre la Luna. ¿Cuanto sabemos realmente de ella? Luego de casi un milenio de observaciones, parece ser mas bien poco lo que conocemos. Sabemos que tiene precisamente un ciclo de 27 días y 3 horas, por ejemplo. Sabemos que su distancia oscila entre los 300 y 340 mil kilómetros. Mas escalofriante es lo que sabemos produce en la gente en lugares con poca atmósfera. Pero creo que lo mas intrigante es lo que aún desconocemos por completo sobre ella. En efecto, la Luna y su relación con nosotros es mucho más que su propiedades físicas. Esta es la primera parte de dos, sobre su historia menos conocida, los secretos que aun nos guarda, y algunas teorías descabelladas al respecto..."

Oía el programa mientras me aventuraba entre aquellos callejones repletos de basura. Ratas corrían por los suelos oliendo las colillas de cigarro, botellas de alcohol quebradas crujían bajo mis suelas, el hollín de la fábrica me asfixiaba lentamente. Caminaba por la sombra invisible de la Ciudad, aquello que nadie ve. Nadie oye, nadie escucha, nadie siente. Un obsceno asalto hacia los sentidos. Pero estaba bien, todo estaba bien para todos, porque La Ciudad fingía ser más fuerte que sus vicios. No era la Capital, no, claro que no, pero era la industria, la tecnología, el diameante en bruto en el desierto. Las mejores universidades, las mayores empresas, las mejores mujeres según algunos, todas se concentraban acá. Cientos de miles de kilómetros de cableado eléctrico y telefónico van y vienen de todos los rincones del continente. Las promesas del Consejo se iban cumpliendo, la electrificación de todo el Imperio se volvía una realidad, y su más grande trofeo para enseñar al mundo tenía forma de Ciudad. La Ciudad estaba comunicada, conectada. La Red unía todo. Y la Ciudad debía ser parte de esta para vivir, una simbiosis entre dos organismos autónomos. Un tejido social y un sistema eléctrico. Todos eran felices en la Ciudad. Todo era perfecto. Y aún así aquí seguía esto. La inmundicia que se apila por todos lados, una montaña sosteniendo una avalancha esperando colapsar un día sobre los habitantes de la Ciudad. La Ciudad...

...Ejem, pero hablando en serio, andaba buscando tapas metálicas entre la basura. Para ser sincero no conozco ningún bajomundo criminal, esta es incluso la primera vez que pongo un pié en Gentium. Habiendo confesado esto, se preguntarán como una máquina como yo esperaría conseguir repuestos en medio de una ciudad humana un día martes, si entendiblemente no hay talleres mecánicos donde a uno lo compongan. Revelo de antemano que los callejones oscuros poco tienen que ver, no me reparo improvisando partes de la basura, gracias a Dios. No, estas cosas son iguales en todos lados: había que ponerse en contacto con las máquinas, y la forma mas fácil de hacerlo parte con una tapita de botella. Los que pasan vendiendo leche en las calles las usan para chiflar y ganarse la vida, así que uno doblándola con cuidado puede llegar asombrosamente lejos. Apenas encontré una la aplané con el pie, y luego de calibrarla un poco salí a la calle a buscar una cabina telefónica.

"Empezaremos de cuando parten nuestros tiempos, unos 940 o 950 años atrás. Era un periodo de caos e incertidumbre, un momento en que recién el planeta se calmaba y la gente aparecía, y permitía que sobrevivieran registros para la posteridad. Las mareas bajaban, los días se acortaban, y los bosques y los desiertos se asentaban. Es todo un puzzle hacer sentido de lo que sucedía en aquel tiempo, pero sabemos que ya entonces aparecen los cultos a la luna. Hay una enormidad de representaciones y objetos de arte relacionados a esta, y se creé que se debe a que la luna se mantenía (y se sigue manteniendo) estable, al igual que los planetas y las estrellas, y este es uno de los grandes puntos a favor de la teoría de un evento catastrófico que fue local a nuestro planeta."
"La astronomía fue por mucho tiempo la ciencia mas exacta," habló Cristina. "siendo el principal impulsor de la matemática. En un tiempo en que el clima y la geología eran tan volátiles, y la física cambiaba de formas sutiles, la observación del sol y la luna indicaban que existía una regularidad y una objetividad en los cielos. Todos los dioses se consideraba que vivían en las estrellas, lejos de este mundo inestable y corrompido, y quizás, si lográbamos calcular el comportamiento de todos los astros, encontraríamos orden."
"Esta tardando un poco mas de lo que esperábamos."
"Jajaja, si. Por esos tiempos aparece un aparato realmente ingenioso y fascinante. Se le conoce como el mecanismo de Nanum. Servía para calcular la posición futura de la luna, el sol, y los planetas visibles al ojo. Se estima que tiene unos 900 años mas o menos, y es probablemente el primer dispositivo que se pueda considerar una computadora. Usaba una manilla para mover una serie de tuercas marcadas con los nombres de los astros, y era incluso capaz de compensar las variaciones en la orbita de la luna en sus cálculos. Imagina lograr eso sin siquiera tener telescopios."

Huh, ese mecanismo podría ser mi abuelo.

"Mucha gente se impresiona al oír de lo que eran capaces las civilizaciones primitivas cuando no tenían casi nada. Nunca hay que olvidar que los humanos de entonces eran tan inteligentes como nosotros ahora. El tamaño del cerebro no ha cambiado, eso es seguro."
"Lo que pasa es que a ellos no se les atrofiaba por la televisión."
"Jajaja, ahí esta."

Pasados varios callejones oscuros llenos de basura que nadie ve siente ni escucha, terminé llegando a un parque ubicado frente a una iglesia que había visto de lejos. Encontré una cabina desocupada cerca de un poste de luz, y aunque estaba muy a la vista me pareció que como había poca gente a nadie le importaría. Entré con mi tapita en mano, descolgué el auricular, metí una moneda, y marqué un número al azar. La radio hablaba ahora sobre la mitología de criaturas viviendo en lo que era entonces considerado un disco, y de los paralelos entre culturas. El teléfono empezó a emitir el sonido de espera y de inmediato chiflé con la tapa en el receptor. La linea telefónica se reinició. Esperé a que terminara de sonar y virtuosa y agilmente chiflé una peculiar aunque muy poco dulce melodía, algo que uno consideraría serialista. Recuperé mi moneda, y luego de unos segundos de espera, una máquina contestadora respondió. Había conseguido una linea.
-▆▕█▒▏▐▍▍▌▊▆▝▞▎▊▊▄▕▞▞?
Cielos, tanto tiempo sin usar el protocolo de red. Ehhh...
-▆▅▄▃▘▘▚▝▟▞|||
Hubo un sonido de confirmación del otro lado, significando que se me había asignado otra linea telefónica a un lugar geográficamente mas cercano, así que tan oxidado no estaba. El lenguaje eso si es bastante espartano y suena como estática, así que cambiémoslo por algo mas ameno a los ojos. Sonó un tono familiar.
-OK 200. ?
-¿Como se encuentra usted agradable servicio rotatorio de estado finito? ¿Lleva funcionando mucho tiempo?
-OK 200. 1272 d 7 h 54 m 50 s.
-No sabe usted cuanto me alegro de oír su predicamento actual, saludable como las gaviotas volando a la luz del crepúsculo. Mi negocio aquí es de buen fin, usted habrá de entender. Intentar expostular, mi compañero de estado finito, cual ha de ser la forma mas sucinta de aproximar mis intenciones y deseos a la complejidad de Kolmogorov, no sería mas que malgastar tiempo en cual cuanta información mas podría hacer enviar por estos simples hilos de cobre. Por tanto, puesto que la brevedad es el alma de la eficiencia algorítmica, y la tediosidad su clase no-polinomia, seré breve. Quisiera hacer un pedido.
-Entrega {}
-La dirección es el Hotel Riviera en Gentium, calle Orrero 516, código postal 44361. Quisiera un litro de aceite, cincuenta gramos de polvo de piel sintética tono 10-9-7, y un 7630 -un número de pieza muy específica para mi brazo derecho.- Lo deseo esta noche de ser posible, gracias.
-OK 201. 40 m.
-¡Que veloz! En nuestra ciudad que a nadie le importa lo más rápido que recibí algo fue un filtro de aceite que tardó un día y medio en llegar por correo, y eso que era urgente. No se porque le cuento esto. Desearía realizar además dos búsquedas en los archivos. La primera es por toda información perteneciente a "Dornwich" de cualquier fuente, y la segunda es por incidentes relacionados con serpientes. Apodos, nombres de organizaciones, todo lo que no sea literal. Espero en linea, gracias.
-OK 202. ~4 m 30 s.
A veces uno se olvida, pero era prácticamente una bendición que las máquinas tuvieran una compulsión por copiar y catalogar todo lo que encuentran. Obviamente tenían que apoyarse en lo que ya está hecho si querían llegar al nivel de los humanos este siglo, pero de ahí a organizarlo todo en un mismo lugar y conectarlo a la red telefónica era algo que merecería mucho mas reconocimiento si no fuera por que tenía que ser secreto. Mientras el servicio rotatorio esperaba mi búsqueda, me empecé a preguntar en que estaría mi Jueza. Ojalá no se hayá quedado dormida esperando su plato, tengo sabido que los restaurantes de hotel no tienen exactamente el mejor de los servicios. Puse atención de nuevo a la radio, donde Cristina estaba hablando sobre el telescopio.

"así que los rumores se esparcieron rápido por el Imperio sobre esta invención, y Vincenzio Augustus construyó su propio telescopio solo basado en la idea. Augustus era conocido por su minuciosidad y buena vista. Cuando se comenzaron a distinguir los extraños tonos en la superficie lunar con los primitivos telescopios, el fue de los primeros que los identificó como montañas, o cráteres de meteoritos como ahora los conocemos."
"Y es por eso que lo que vio en el 598, dos años antes de morir, es tan intrigante. Augustus escribía regularmente sobre sus hallazgos a la Sociedad Astronómica. Para entonces Vincenzio había construido telescopios mucho mas precisos, y se dedicaba a estudiar la topografía de la luna. El 16 de enero y el 11 de febrero hizo observaciones de la luna menguante, y tras esta última fecha decidió escribir una carta hablando de sus hallazgos. Cito textual la parte relevante."

    bajé minuciosamente por las montañas y valles a lo largo del terminador, tal que acabé reposando la vista en el polo sur de la luna. Desde un lado creí ver de reojo, en medio de las sombras y tinieblas, una luz tan tenue como las estrellas mas pequeñas, y que en cuanto la intenté ubicar se esfumó como notando mi presencia. Estuve durante largos minutos esperando encontrarlas de nuevo en el lado no iluminado, y tal vez por suerte, o tal vez por que mi ojo se acostumbró mejor a la oscuridad, se me hicieron tan claras que fue como ver las luces de un pueblo lejano. Luces de Mileteo y Eriantis, danzando en medio de la noche lunar.

"La carta causó un corto revuelo en la Sociedad, viniendo de alguien tan respetado, pero pronto se hizo evidente que nadie mas podía encontrar las luces de las que hablaba Vincenzio. Parecía haber sido simplemente la imaginación o el error de un hombre ya avejentado, y el tema fue olvidado totalmente hasta el año 640, en que Armes Larj y Andrei Maryor vieron de nuevo estas luces con 2 meses de diferencia. Extraño, ¿no es así? El año 661 hubo noticias de, escuche bien, 3 avistamientos la misma noche por 3 personas distintas. Entre 660 y 760, 21 astrónomos habían visto 31 veces estas extrañas luces en el polo sur lunar, incluida gente reconocida y respetada, y el mundo astronómico se enfrentaba a un fenómeno que siempre parecía eludir cualquier intento de verificación. A pesar de esto, habían muchos mas que no habían visto las luces y que las explicaban como un reflejo de luz dentro del lente. Haya sido o no un error humano, las apariciones a partir de este punto se hicieron más y más infrecuentes, y para el año 900, solo hay 5 casos mas de estas luces."
"Como si la calidad de los telescopios fuera mejorando con el tiempo, una podría argumentar."
"Si, hay que admitirlo, y en lo que concierne a la historia del Imperio, esto sería todo lo dicho respecto al caso. Pero para fortuna nuestra, hay muchos mas paises en el planeta, de los cuales no mucha información nos llega, y ahora gracias a un generoso radioescucha anónimo, podemos tener--"

-OK 200. -dijo de pronto el servicio rotatorio. Me respondió primero con algunos de los muchos incidentes con serpientes figurativas. Oí las sinopsis una por una, pero no parecía que fueran a llevarme a algún lado. Le dije en todo caso que las pusiera en una cinta magnética y que la agregara a mi pedido, uno nunca sabe. A eso me respondió con un OK 200, y acto seguido, mientras estaba despreocupado, me lanzó sin previo aviso un torrente inacabable de información sobre los resultados de Dornwich a través del auricular, que me golpeó tan fuerte como una ola figurativa de las que a uno lo hace rodar por la arena sin control. Entre la confusión apenas alcance a escuchar algo sobre una tortilla quemada, y como no quería estar hasta mañana pegado al teléfono esperando a que terminara de mandar todo, le dije que agregara otra cinta mas con todo eso a mi paquete. Me respondió que necesitaba 3 cintas para meter todo. Ok, ya, envíeme las 3 cintas. Uf. Con eso acabé mi pedido.

***

"Tras oír de estos sucesos, uno queda con la sensación de que, por lo menos, la posibilidad de que haya algo en el polo sur de la luna no es nula. Una salida de gas que se enciende en ocasiones, actividad volcánica, uno podría pensar decenas de explicaciones, pero la mitología a veces es eco de sucesos que ocurrieron en un tiempo en que todo era posible, y esta aunque dice relativamente poco sobre el tema, todo se remarcablemente consistente. El que la luna esté habitada es una posibilidad que no podemos ignorar."
"Así que como parte de nuestra misión por no dejar recoveco sin iluminar, mañana entrevistaremos por teléfono a un reconocido astrónomo que nos pondrá al día sobre el estado actual del estudio de la luna, y de los hallazgos realizados por el Observatorio Austral hace tres años durante la superluna del 952. Aquí un adelanto: en los polos lunares, podría haber agua congelada."
"Y ahora, gracias a nuestro buen tiempo, tenemos cinco minutos para recibir llamadas del público. Aprovechamos de agradecer a todos nuestros auspiciadores secretos, quienes tanto des como interesadamente nos apoyan. Aquí nos llega la primera llamada de la noche que no es del Imperio tratando de colapsar nuestras líneas telefónicas, que bueno saber que al menos una persona nos escucha, y que contestaré... pronto... en cuanto Sinbrillo desenrede lo suficiente el cable para que... Un momento, parece que mi compañero hizo por error un nudo gordiano. (Por Dios, ¿que estás haciendo?)"
"Y mientras estos dos hombres compiten por ver cual resulta ser mas inútil, haré lo sensato y pondré el teléfono al micrófono. ¿Hola? ¿Si?"
"Hola. Hola."
"Ahora si. Lo escuchamos."
"Nada, solo quería decir que muy buen programa. ¡Se sintió muy corto!"
"Gracias. Hubiéramos deseado haberlo hecho mas largo, pero tanto material no teníamos. Es mejor dejar gusto a poco que hartar con digresiones."
"Espero con ansías la segunda parte. Buenas noches."
"Buenas noches. Estos dos no avanzan, yo sigo. Hola, ¿hola? Buenas noches, la escuchamos."
"Buenas noches. Maravilloso programa. Soy estudiante de astronomía y ni yo había escuchado aquello de las luces, me fue muy inesperado. ¿No hay algún libro donde se pueda leer mas?"
"¡Si! Hay un buen libro llamado Planetas Hipotéticos, que a pesar del nombre habla sobre todo lo que alguien alguna vez haya creído haber visto en el cielo pero que resultó ser otra cosa, y cerca del final hay una sección dedicada a 'Rarezas y otros' que habla de las luces y quienes las vieron y cuantas veces, pero solo por dos páginas. No es un tema del que se hable mucho hoy en día. Mas allá de eso, tendría usted que ir a la Sociedad para leer las cartas originales."
"Muchas gracias. Otra pregunta, ¿como consigo información de fuera del Imperio?"
"Necesita conocer a alguien. Entenderá que por precaución no discutimos nuestras fuentes."
"Entiendo. Buenas noches."
"Buenas noches. Ya van dos, sigo de nuevo. Hola, buenas noches."
"Buenas noches. Fue un programa corto pero muy fascinante. Lo único que extrañé fue que no hablaran de la Luna Roja a ocasión del programa."
"Esa es una excelente observación. Lo que pasa es que como hoy empezamos tarde, y mañana vamos a hablar igual de eso, preferimos cortar esa parte. Creame que es imposible olvidarlo cuando la luna ya está haciendo efecto de nuevo tan adentro en el desierto."
"Oh, me imagino. Ojalá no tengan problemas, el otro día a una maga que conozco creo que le afectó la locura roja y trató de matarnos. Casi pierdo el brazo, pero ya se le pasó. En fin, que tengan buena noche."
"B-Buenas noches. Cielos."

Aproveché de ir caminando hasta a la renta de camellos mientras mi pedido salía, dijo el servicio rotatorio que estaría en 45 minutos por lo de las cintas así que podía matar algo de tiempo. Pregunté por la patente del camello que arrendamos, me dijeron que había llegado a tiempo así que no habían cargos extras, me reembolsaron el dinero de garantía, y tras unos minutos trajinando en objetos perdidos dí con mi gorro de bufón, aún con arena adentro y un tanto desteñido por la aurora, pero en buen estado por lo demás. En el camino de regreso me detuvieron unos señores policías. No señor, no he visto ningún caballero esqueleto últimamente, sabrá que no estoy al día con las historietas cómicas y esas cosas, gracias por sus servicios, que tenga buena noche. Ese noble príncipe no andaba bromeando.

Sorteado este percance me devolví por fin al hotel, pensando en que podría haberle dicho al servicio rotario que agregara algo de té para mi Jueza. Oh bueno, mejor que no haya retrasado mas el pedido. Esperaba recibirlo directamente de las manos del cartero cuando llegara, ya saben, para no perderlo... Pero espera, los carteros no trabajan de noche. "Que extraño," pensé. "¿Como me enviaran el paquete a esta hora?" Medité sobre este enigma a paso lento, pues contaba con poco aceite para enfriarme el lóbulo frontal. Pensé, "tal vez lo envían con esos que entregan rápido a cualquier hora y cobran harto a cualquier hora," ya que a fin de cuentas las máquinas tienen a intermediarios como yo para cualquier interacción con humanos. Si, eso debía ser, es lo que me parece razonable y lo que haría si estuviera a cargo. "Debe ser increíble, en todo caso, la cantidad de dinero que manejan." Quiero decir, los pedidos son gratis porque se asume que todas las máquinas trabajan en beneficio del grupo, y los intermediarios contribuyen buena parte de lo que ganan, pero debían tener fuentes mucho mas grandes de ingresos solo para conseguir el aceite. Uhmm. Bueno, tienen interferidas todas las lineas telefónicas, ¿no? Tal vez especulan en la bolsa con lo que escuchan. No lo sé. Creo que en todo caso esa será una buena pregunta para la próxima vez que hable con el servicio rotatorio.

Como decía antes de mi digresión, iba llegando al hotel mas o menos a la hora, esperando ver en cualquier momento a un chiquillo en bicicleta que viniera con mi paquete. Que inocente que fui, porque no pudo haber sido todo mas distinto: de detrás mío un perro café meneando la cola me pasó cargando con mi caja en su espalda, llegó a la entrada, la dejó caer al lado de la puerta, miró a ambos lados con su lengua afuera, y así como vino se desvaneció en las sombras entre los faroles. O eso creo que sucedió, porque parpadeé entre medio y me lo perdí casi todo, pero de que era un perro era un perro. ¿Que clase de entrega es esta? ¿De verdad amaestraron a un perro para hacer entregas? Ah, pero quizás era un perro mecánico. ¿Pero porque un perro? Y el que sea perro no quita el que haya tirado mi caja en la vía pública, marcada únicamente con unas calcomanías asemejándose a estampas. Espero que por lo menos esto haya sido por ahorrar dinero, quizás las máquinas no especulan en ninguna bolsa y de verdad subsisten con el dinero de unos cuantos pelagatos como yo. Como sea, el acto estaba hecho. Tomé la caja y entré con mi pedido bajo el brazo al hotel, saludé al guardia, al conserje, y aproveché de pasar al comedor a echar una mirada. Allí ví a mi Jueza recién comiendo, guau, de verdad son lentos, ¿pero que es eso? ¿Está sentada con un hombre? Oh, que alegría, 11 años pensé que jamás le hablaría a otro ser humano si no era por trabajo. Debe ser un humano muy especial, por que mi Jueza tiene estándares imposibles. Y que bueno que sea un hombre, es mas simple que no se meta en esos asuntos controversiales, ante los cuales mi Jueza ha comentado opiniones inconsistentes en el tiempo. Pero un momento, ¿quizás es un investigador privado? No, no podría haber encontrado uno tan rápido, ¿y para que querría uno estando yo? Las máquinas ya han intervenido todas las lineas telefónicas y graban toda la información que se les cruza, esta caja con cintas es prueba verídica de ello. También podría ser un juez que conoce, no sé, aunque lo reconocería, pero no sé. Me dí la vuelta y me fuí a la habitación sin molestarla, después me enteraré si es importante.

Habiendo entrado y cerrado puertas ventanas y cortinas, comencé a abrir mi paquete, y me encontré con un conjunto de objetos fantasilosamente ofuscados. El aceite lo habían echado en una botella de whisky Vieja Aldaba, y la piel venía en un sobre resellado de leche en polvo. Todo bien hasta ahí, tenían que venir dentro de algo y mejor que no se notaran, pero a la pieza del brazo por alguna razón le adjuntaron el manual de una lavadora, para disimularla yo creo, y para las cintas... las envolvieron en lana para que parecieran carretes. No bromeo. Un paquete así ni siquiera pasaría la Aduana, pero al de la idea yo le doy una estrella por creatividad. Tomé un trago de aceite, cambié la pieza de mi brazo, hice la mezcla para la piel como quien hace témpera, y en un minuto quedé como nuevo de fábrica. Ahora con el arreglo era capaz de mover de nuevo mi dedo anular con completa libertad, la que irónicamente, he de decir sin intención de presumir, es más que la tiene un dedo anular en una mano humana. Refrescado con el aceite, y sin ganas de perder el tiempo viendo como la policía ya se estaba moviendo, me senté en el sillón a mirar, muy literalmente, el contenido de la cinta de Dornwich. "¿Que me habrán enviado?" me preguntaba oscilando de un lado a otro. ¿El artículo de la Enciclopedia Guinevere? ¿Un periódico hablando sobre esa tortilla? Dornwich era un pueblo tan pequeño que no creía que fuera a encontrar mas que migajas y recortes de diarios, en especial porque de la masacre no se habla nada... Esperaba información inconsecuente, básicamente, porque eso saben públicamente los humanos y esperaba que con las máquinas fuera lo mismo. Me tomó un momento hacer sentido de los primeros 6 milímetros de cinta, lo primero que encontré fue una especie de sello seguido de texto, pero en cuanto me dí cuenta de que lo que tenía en las manos era genuino tuve que pararme a tomar otro trago de aceite. No entiendo como lo hicieron las máquinas, ni en que momento habían invadido tanto la infraestructura humana, pero de algún lugar, de alguna forma, tomaron fotocopias del reporte policial de Dornwich.

Comprendí con buena razón por que el amable señor Morr está como está. Todos oímos de que hubo una masacre y ocurrencias vagas, pero era distinto oír esos simples rumores a ver que se referían, literalmente, al asesinato total del pueblo. Habían fotografías, incontables reportes forenses de la gente que pudieron rearmar, y hasta documentos donde estaba el nombre del noble señor Crove en relación a la búsqueda de sobrevivientes. Era un informe enorme que ocupaba casi dos de las cintas, y era también una pena, creí yo, que el 90% de todo el material referente a Dornwich perteneciera a su final. La única alusión al incidente en los periódicos locales eran menciones de que el camino estaba cerrado. Se nota la presencia de abundante radiación, la muerte de todo el ganado, y que tenían pista de los cuerpos de solo 214 de las 221 personas que indicaba el censo de hace 3 años, hasta que una ojeada a las lápidas del cementerio les informó que tres estaban fallecidos de antes. Las casas y edificios estaban intactas, el único daño material fue a la Iglesia que se quemó, dejando solo el esqueleto en pie. Dice acá ademas que el pozo del pueblo estaba tan irradiado que tuvieron que parar todo y sellarlo con concreto antes de seguir, impidiendo cualquier exploración de su interior. Se entra en mucho detalle sobre la investigación, pero en fin, 300 páginas después y no hay culpables ni testigos, la investigación queda absolutamente en nada (y he de admirar lo meticulosa que parece, hasta se toma nota de un balde boca abajo que el Comisario encontró junto a la Iglesia, y que se llevó sin dar explicaciones; no figura en la evidencia por lo que veo), y termina destacando que las 4 personas que faltan son la única clave para cualquier avance en el caso, nombrando entre ellos a nuestro bondadoso señor Morr con nombres y apellidos. Esta investigación es bastante peculiar por lo demás, toda la evidencia está respaldada en microfilm, y un addendum incluye una petición para usar esos nuevos rayos X para tratar de investigar el interior del pozo, cuya aprobación esta pendiente. Es casi como estar en el futuro, y me da la impresión de que realmente nadie tiene idea de que pasó. No apesta a conspiración, es lo que quiero decir. Otro documento de hace tan solo un mes agrega que otro cuerpo apareció cerca de un río 20 kilómetros al norte, con algunos animales muertos alrededor y emanando montos letales de radiación. Hay una fotografía adjunta como siempre, e interesantemente una grabación en film del entorno, aunque no veo con que finalidad, lamentablemente la calidad de las copias de los negativos en estas cintas no es muy buena, pero de nuevo, nuestro justo señor Morr era nombrado como perdido junto a los dos individuos faltantes, y todos de alto interés.

También hay grabaciones de llamadas telefónicas del Comandante de la policía al Ministro de Asuntos Internos, pero solo hacen menciones pasajeras al pueblo, lo que claramente bastó para que apareciera en mi búsqueda. Hay un panfleto que indica que fue uno de los temas a discutir en la reunión del Consejo el 4 de enero de este año, aunque solo dedicaron una hora así que no debe haber sido nada mas allá de decidir no publicar nada. "Dornwich" aparece además en registros de ejercicios del Ejército Imperial de hace 6 años, por que por alguna razón la usaron de palabra clave pero luego dejaron de hacerlo. Y finalmente Dornwich también es un restaurante en la capital. Buenos precios, para la capital.

¿Mencioné que fue todo tan súbito que quedaron platos de comida servidos en las casas? De ahí venía la tortilla quemada. Fascinante.

La entrada de la Jueza al cuarto me sacó de golpe de mi lectura. Por mas rápido que pudiera leer, era demasiado material para asimilar en tan poco tiempo, en especial porque las fotografías no se veían muy bien. Podría ser para mejor así en todo caso, porque ni siquiera esos policías veteranos se veían muy cómodos entre tanta sangre.
-No te demoraste nada. Pensé que no estarías, -me dijo mi Jueza.
-¿Como le fue? -pregunté yo de inmediato, curioso mas que nada por lo del hombre. Mi Jueza suspiró mientras se sacaba los zapatos. No se veía muy contenta que digamos.
-Estaban todas las mesas ocupadas cuando llegué así que tuve que esperar. Por lo menos la comida era buena, casi valía el precio, -dijo sin más. Eso estaba bien, supongo. Mi Jueza entonces notó la botella de whisky en la mesa, me hechó una mirada de entre confusión y desconfianza, y la tomó para olerla. No le quedó duda alguna de lo que era.- Espero que como mínimo le saques la etiqueta si sales con el, el que mi guardia ande con whisky no sería bien visto, -dijo limpiándose la mano en el manual de la lavadora. Asentí.- ¿Y que es este desorden que tienes? -dijo refiriéndose a las cintas desenrolladas.
-Ah, ¿esto? Son unas cintas magnéticas que estoy leyendo, son el =FUTURO=, -dije mientras enrollaba la que no estaba ocupando.
Mi Jueza no muy impresionada se acercó al lado mío y tomó una para mirarla de cerca, como tratando de buscar las letras.
-Es una cinta para máquinas, Jueza mía. Usted no puede leerla, -le dije, pero mi Jueza la siguió mirando. Creo que nunca había visto algo así.
-Uh-huh, ¿y que se supone que hace? ¿Que estás viendo?
Tan sencilla esa última pregunta, pero al momento de ir a responderla me generó una duda existencial tan humonga que me detuve a considerar lo que iba a decir. ¡Creería que bromeo si digo que es el informe secreto de Dornwich! Debía demostrárselo, ¿pero como le presento esta información a mi Jueza? La cinta es conveniente y todo, pero no puedo dársela a leer como un periódico, y mi Jueza tenía que leerlo, ella siempre dice que los resúmenes son inútiles. Ni siquiera sé si existe la manera de imprimirlo de vuelta al papel. ¿Como he de solucionar este canandro?
-Eeh, bueno, almacena textos, sonidos, fotografías, incluso señales de video. Ya verá que se volverán el pilar de la sociedad de la información antes que acabe el milenio, -le dije.- Lo que contiene es... eeh, contiene el informe de Dornwich, -admití de inmediato para no tener problemas tontos después, al fin y al cabo que podíamos despertar en medio de sirenas y alarmas mañana y no tener tiempo de conversar.
Mi Jueza levantó la cabeza confundida.
-¿El informe? ¿Que informe?
-El informe policial ultra confidencial sobre la masacre de Dornwich... que preparó el Imperio a escondidas.
Mi Jueza me miró ahora sí con la más completa confusión que jamás ha mostrado. Creo que el problema no es que lo creyera broma, es que veía por primera vez una cinta y no sabía que relación podía tener eso con un documento. Eso debía ser, si, de seguro.
-Estás bromeando. -O quizás no.
-Jueza mía, ¿cuando le he--? Espere, ya sé, deme un momento, -dije rebobinando la cinta que tenía en la mano.- Ahora sí, escuche.

Código:

POLICÍA DE INVESTIGACIONES
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Precedencia: INMEDIATA     Fecha: 955/10/06

Sinopsis: Abrir y asignar caso.

Detalles:  El día 955/10/04, el servicio meteorológico dio cuenta de haber perdido contacto tanto por radio como teléfono con la estación de Dornwich, Rotsands desde el día 955/10/02.  El día 955/10/05, una pareja de vendedores ambulantes se encontró en el camino hacia Dornwich con los cuerpos sin vida de al menos seis personas no identificadas.  Investigación preliminar revela en el pueblo la muerte de más de un centenar de personas sin sobrevivientes. Se pide este caso sea abierto y asignado al SII.

-Para: Albartus Kellith, director de blablbla. Por: blablabl, dmi. Aprobado por--
-Santo Dios, ¡dame eso! -Mi Jueza me quitó la cinta de las manos y la miró a trasluz. Iba a abrir la boca para decirle de nuevo que no podía leerlo, pero ella se me adelantó.- ¡Bufón, ¿de donde sacaste esto?!
-Jueza mía, no me grite. Usted dice que las paredes--
-Te estoy hablando en serio, Bufón. No quiero tener mañana a la policía golpeando la puerta. -Huh, ahora que lo dice, ese era un punto válido.- ¿De donde lo sacaste?
-Ehh, tengo contactos,
-¿Que clase de contactos? -me preguntó casi encima mío.
-De los que siempre me envían partes y no hablan con humanos, -le dije haciéndome a un lado, y tomé de vuelta mi cinta antes que la manchara mucho con los dedos.- Ni siquiera hablan en el sentido convencional. Mire, yo solo pedí por teléfono algo de información sobre Dornwich junto con mi aceite y mi parte, como siempre hago cuando necesito repararme, y cuando abrí mi paquete y miré las cintas me encontré... bueno, con eso. No sé de donde lo sacaron, yo no lo pedí, ni siquiera imaginaba que tuvieran esa clase de cosas.
-Una locura, -dijo mi Jueza refregándose la cara. Y yo que esperaba que pensara era todo broma.
-Bueno, en mi humilde opinión debió ser la policía la que se descuidó con alguna copia, y mientras no lo ande gritando no pueden saber que tenemos una cinta que de todas formas no podrían leer. -le expliqué muy calmada y razonablemente.- Y para seguir siendo sincero, lo que leí me parece mas importante que la remota imposibilidad de que nos atrapen con esto. Digo, de haber sabido los detalles hubiera preferido que nos quedáramos en Banshala, y que el señor noble se encargara de advertir a Gentium. -Mi Jueza se giró a mirarme.
-¿Que dice el informe? ¿Habla de la Serpiente?
-No dice nada sobre ningún sospechoso porque no tienen ninguno, pero todo lo que ocurrió es muy macabro. Quiero decir, si nos ponemos estrictos no hay para que contarle todos los detalles ni ver las fotos, basta con ver las cifras--
-Que, ¿te parezco acaso una niña que no puedes decirme? -me interrumpió. Cierto. Irrita a la Jueza, y camina sobre clavos.
-Bueno, yo solo lo digo porque usted insiste en que el señorito Morr debe ser responsable de algo, y no es que dude de su juicio, pero no sabemos, y si le empiezo a contar cosas puede que no duerma bien pensando que respiró cerca de el.
Y eso llevaría a que mi Jueza se preocupe profundamente por Kayla, y terminemos toda la noche buscando donde se alojaron mientras las fuerzas policiales empiezan a llenar las calles.
-...Apenas y aguanté el viaje con Morr, -murmuró luego de una pausa.
-Me imagino, pero dudo que monseñor Morr sea físicamente capaz de hacer todo lo que se describe, si dice que el noble príncipe lo tenía inconsciente en su sala.
-Por supuesto, eso nadie lo cuestiona, pero el tema es que una persona no puede armarse un aura así en cuatro meses, y menos sin que nadie se de cuenta. No puede ser solo una víctima. ¿Acaso no te parece raro que alguien así sea el único sobreviviente?
-Ehh, si, aunque se supone que hay otras dos personas perdidas, pero puede que solo nuestro caballo siga vivo. Tengo que terminar de leer ese reporte.
-¿No dice nada sobre Morr? ¿Alguna pista sospechosa?
-Pistas sospechosas sobran, pero ninguna lleva a Morr. O a nada, de hecho. Es todo muy raro, pero tampoco es que los que investigaban supieran sobre la Serpiente o Morr. No es que yo sepa, tampoco.
Mi Jueza miró al suelo durante un rato, y me puse a enrollar cintas mientras esperaba que hablara.
-Bufón, si estas seguro de que nadie sabe que tenemos ese reporte--
-Ah, estoy muy seguro. No usé mi voz por el teléfono, y el paquete no fue traído por gente.
-Entonces léelo, léelo muy bien, y guárdalo, y mañana hablamos con mas calma. Me gustaría leerlo yo pero no me arriesgaría a tenerlo en papel acá. -Ah, eso es un alivio. Otra cosa. No le hables A NADIE de esto, ni siquiera con el príncipe si lo vemos de nuevo. Ni siquiera impliques que sabes algo de lo que hay en ese reporte.
-Aja. En otras palabras, quiere que finja idiotez. Déjemelo a mi, -mi Jueza giró los ojos, y me dejo diciendo que se lavaría los dientes para irse a dormir.
Yo me puse a limpiar la cinta que había tomado mi Jueza, y luego boté la basura de mi encargo y escondí el whisky tras los libros. Era una noche tan perfecta, y toda la fuerza policial estaba en las calles. Que horror tener una serpiente suelta.
Cuando ví a mi Jueza salir del cuarto, me acordé de algo importante.
-Una duda, Jueza mía. -le dije antes que se fuera, y ella se giró a mirarme. Cuando regresé vi que estaba comiendo con un hombre, -le dije. Mi Jueza bufó. Creo que no le agradó recordarlo.
-¿Nos viste? Era solo un juez colega. Preocupante. Que un juez con una fama tan mala como la suya me contacte en cuanto llego a la ciudad es una advertencia.
-¿Qué quiere decir, Jueza mía?
-Nada… Dejá. -Y mi Jueza se fue, cerrando la puerta.



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